La relajación de la guerra comercial entre China y Estados Unidos: un giro de la intensa confrontación a "socio comercial".

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La relajación de la guerra comercial entre China y Estados Unidos: un giro de la intensa confrontación a "socio comercial"

El 12 de mayo de 2025, Estados Unidos y China concluyeron en Ginebra dos días de conversaciones sobre comercio y economía, publicando una declaración conjunta que anuncia una reducción significativa de los aranceles impuestos anteriormente, marcando un giro inesperado en una guerra arancelaria que ha durado varios años. Por primera vez, la parte estadounidense se refiere a China como "socio comercial" y se compromete a modificar la política arancelaria sobre los productos chinos. ¿Significa este resultado que la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China ha llegado a su fin? Este artículo analizará en profundidad el verdadero significado de este evento desde cuatro aspectos: el contexto de las negociaciones, el impacto de los resultados, los riesgos potenciales y las perspectivas futuras, para que usted pueda comprender las oportunidades y desafíos de la relajación de la guerra arancelaria.

Contexto de la guerra arancelaria: de la intensa confrontación a la mesa de negociaciones

Desde que el gobierno de Trump inició la guerra arancelaria, las relaciones comerciales entre China y EE. UU. han pasado por altibajos. En abril de 2025, el gobierno de Trump emitió una serie de órdenes ejecutivas, imponiendo aranceles de hasta el 125% a los productos chinos, a lo que China respondió rápidamente, aumentando también su tasa arancelaria al 125%. A continuación se presenta una tabla comparativa de los ajustes arancelarios específicos:

Tabla comparativa de ajustes arancelarios entre China y Estados Unidos (del 2 de abril de 2025 al 12 de mayo de 2025)

| Tiempo | Medidas arancelarias de EE. UU. hacia China | Medidas arancelarias de China hacia EE. UU. | | 2 de abril | Decreto administrativo número 14257: aumento del 34% en los aranceles | Anuncio de la Comisión de Impuestos número 4 de 2025: aumento del 34% en los productos estadounidenses (para algunos productos como la soja, la tasa impositiva total alcanza el 49%) | | 8 de abril | Decreto administrativo número 14259: Se impone un arancel adicional del 50%, alcanzando una tasa impositiva acumulada del 104% | Anuncio de la Comisión de Impuestos número 5 de 2025: La tasa impositiva se incrementa del 34% al 84% | | 9 de abril | Decreto administrativo número 14266: se añade un 21% adicional de aranceles, alcanzando una tasa acumulada del 125% | Anuncio de la Comisión de Impuestos número 6 de 2025: la tasa de impuestos aumentará al 125% | | 12 de mayo | 1. Suspensión del 24% de arancel (90 días) 2. Mantenimiento del 10% de arancel 3. Cancelación de la parte adicional del 8 y 9 de abril | 1. Suspensión sincronizada del 24% de arancel (90 días) 2. Mantenimiento del 10% de arancel 3. Cancelación de la parte adicional de los anuncios número 5 y 6 de abril |

Los altos aranceles en la guerra arancelaria han tensado las cadenas de suministro mundiales, aumentando la inflación en Estados Unidos, aumentando los precios al consumidor y disminuyendo los pedidos para los exportadores chinos. Han surgido divisiones dentro de Estados Unidos, con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, abogando por una desescalada negociada y los partidarios de la línea dura, como el secretario de Comercio, Howard Lutnick, que prefieren mantener una política de alta presión. China ha acelerado la diversificación comercial, ha profundizado la cooperación con Brasil, la ASEAN y otros países, y ha reducido su dependencia de Estados Unidos. El 6 de mayo, las dos partes anunciaron conversaciones en Ginebra, con el viceprimer ministro He Lifeng por el lado chino, Bessant por el lado estadounidense y Jamison Greer, el representante comercial.

Resultados de la negociación: enfriamiento de la guerra comercial y nuevas señales de "socios comerciales"

La declaración conjunta del 12 de mayo presiona el "botón de pausa" en la guerra comercial. Según la declaración, ambas partes modificarán sus políticas arancelarias antes del 14 de mayo: Estados Unidos suspende el 24% de arancel adicional, mantiene el arancel base del 10% y cancela la parte adicional del 8 y 9 de abril; China suspende simultáneamente el 24% de los aranceles, mantiene el 10% y cancela la parte adicional de los anuncios 5 y 6. Ambas partes también acordaron establecer un mecanismo de consulta económica y comercial para discutir continuamente los problemas comerciales.

Este resultado superó las expectativas del mercado. Después del anuncio, el índice Hang Seng de Hong Kong subió un 2.98%, los futuros de acciones de EE. UU. se dispararon, y los precios de las acciones de empresas estadounidenses como Nvidia y Tesla aumentaron, reflejando el optimismo del mercado sobre la desescalada de la guerra comercial. Para los consumidores chinos, la disminución de la guerra comercial significa que los precios de productos estadounidenses como teléfonos móviles y automóviles podrían caer, y los exportadores también recuperarán la estabilidad comercial.

El cambio en la actitud de la parte estadounidense es particularmente llamativo. Greer calificó a China como un "socio comercial" y dijo que el acuerdo traería un "cambio positivo" a Estados Unidos. Bessant destacó el "progreso sustancial" en las conversaciones, que Trump también calificó de "progreso significativo" en la plataforma Truth Social. El cambio en la redacción de "adversario" a "socio comercial" es visto como una señal del ajuste de la estrategia de guerra arancelaria de Estados Unidos. Sin embargo, el "período de observación" de 90 días estipula que los aranceles adicionales del 24% solo se suspenden, y si las negociaciones posteriores se rompen, la guerra arancelaria podría reanudarse.

Impacto de la desescalada de la guerra comercial: oportunidades y preocupaciones coexistentes

China: recuperación de exportaciones y proactividad estratégica

Para China, la desescalada de la guerra arancelaria es una victoria táctica. La reducción de los aranceles al 10% ha restablecido la estabilidad comercial, ha aliviado la presión sobre los exportadores y ha impulsado el consumo de productos estadounidenses en el mercado interno. El compromiso de China con los intereses fundamentales en las negociaciones y su fracaso para levantar los controles de exportación de tierras raras plantea un desafío para la cadena de suministro de las empresas militares estadounidenses y destaca la iniciativa de China en la cadena industrial global.

Sin embargo, los efectos a largo plazo de la guerra arancelaria aún persisten. Por ejemplo, la exportación de soja estadounidense se interrumpió debido a la guerra arancelaria, y Brasil ocupó el mercado chino, apoderándose de más de 20 millones de toneladas de participación comercial. Incluso si la guerra arancelaria termina, es probable que la agricultura estadounidense tenga dificultades para recuperar el mercado. El período de observación de 90 días también añade incertidumbre a las negociaciones posteriores, y las empresas deben estar atentas a la reversibilidad de las políticas estadounidenses.

  1. Estados Unidos: un impulso a corto plazo y un problema a largo plazo

Para la parte estadounidense, la relajación de la guerra comercial ha elevado la confianza del mercado y aliviado la presión inflacionaria a corto plazo. Sin embargo, el objetivo principal del gobierno de Trump, que era reducir el déficit comercial, no se ha logrado. Los economistas señalan que la guerra comercial no ha cambiado la desventaja estructural del comercio entre Estados Unidos y China, sino que ha aumentado los precios internos. La regulación de tierras raras continúa teniendo un impacto en las empresas de defensa de EE. UU., destacando la vulnerabilidad de su cadena de suministro.

Las divisiones internas en la Casa Blanca ensombrecen el rumbo futuro de la guerra arancelaria. La facción moderada, representada por Bessent, domina, pero la facción dura podría impulsar cambios en la política. El estilo "declaración matutina, cambio vespertino" de Trump aumenta aún más la incertidumbre.

  1. Impacto global: la reacción en cadena de la disminución de las tarifas arancelarias

La relajación de la guerra comercial inyecta confianza en la economía global. El Reino Unido llegó previamente a un acuerdo de aranceles del 10% con Estados Unidos, y las conversaciones entre China y Estados Unidos estabilizaron aún más las expectativas del comercio multilateral. Sin embargo, los académicos advierten que la competencia sistemática entre China y Estados Unidos es difícil de disolver, y Estados Unidos podría recurrir a medidas no arancelarias como el bloqueo tecnológico para presionar a China.

El significado profundo de la guerra comercial: una disminución en lugar de un final.

El éxito de esta conversación se debe a la combinación de la resiliencia estratégica de China y la presión económica de Estados Unidos. China ha obligado a la parte estadounidense a reevaluar el costo de la guerra arancelaria mediante la diversificación del comercio y el control de tierras raras. La inflación interna en Estados Unidos y el riesgo de aislamiento internacional han llevado al gobierno de Trump a optar por un compromiso.

Sin embargo, es prematuro declarar que la guerra comercial ha terminado. Un período de observación de 90 días significa la fragilidad del acuerdo, y las fluctuaciones en la política de Trump podrían reavivar la guerra en cualquier momento. El término "socio comercial" es más una señal que Estados Unidos envía a los mercados y aliados, que un cambio fundamental en su estrategia hacia China. La esencia de la guerra comercial es la lucha por el dominio de las cadenas de suministro globales y la geopolítica, y un alivio a corto plazo difícilmente puede ocultar la competencia a largo plazo.

Perspectivas futuras: abordar con precaución el nuevo patrón de la guerra comercial

Las conversaciones de Ginebra del 12 de mayo de 2025 pusieron fin a la guerra arancelaria y brindan un respiro a las empresas estadounidenses y chinas y a los mercados globales. Para China, mantener el enfoque estratégico, profundizar la diversificación y mejorar la resiliencia de la demanda interna son las claves para hacer frente a la incertidumbre de la guerra arancelaria. Para EE.UU., la relajación de la guerra arancelaria le ha dado margen para ajustar sus políticas, pero el déficit comercial y los desafíos de la cadena de suministro aún deben abordarse.

El futuro de si el mecanismo de consulta económica y comercial entre China y Estados Unidos puede transformarse en una estabilidad a largo plazo depende de la sinceridad y la sabiduría de ambas partes. La relajación de la guerra arancelaria es un rayo de luz en medio del caos, pero un verdadero orden comercial pacífico aún requiere tiempo y esfuerzo.

Conclusión: La relajación de la guerra comercial abre una nueva ventana para las relaciones entre China y Estados Unidos, pero la incertidumbre persiste. Las empresas y los inversores deben seguir de cerca la dinámica de las negociaciones posteriores, aprovechar las oportunidades y evitar riesgos.

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